Descripción: En el retablo reservorio de de la sacramental de Santiago,
se combinan las sencilla formas académicas de la fachada con la rica
decoración rococó del interior. Su fachada se articula como una sencilla
serliana, donde se desarrolla un amplio programa iconográfico relacionado
con la Eucaristía. El conjunto se cobija por un aparatoso pabellón de tela
encolada recogido por una corona. Su aspecto casi neoclásico se debe a que
su autor, Francisco Javier Díaz, era miembro de la Real Academia de San
Fernando de Madrid que a la razón vivía en Sevilla, donde firmó el contrato
de ejecución en 1790. El interior es uno de los mas logrados y mejor
conservados del barroco ecijano. Está presidido por un pequeño retablo
dedicado a la Virgen de la Soledad y se complementa con tacas laterales,
donde predomina la menuda labor de rocallas de gran perfección que invade
los fondos. Es pues, un espacio de gran efectismo debido a la profusión de
rocalla, los ricos y movidos copetes y a las aplicaciones de talla con temas
vegetales y figurativos, a los que hay que sumar la profusión de dorado. La
bóveda combina decoración de estuco con motivos de talla dorada donde
alterna la rocalla con temas vegetales y querubines entre nubes que culmina
en un gran florón central. |