Descripción: Aunque la obra
presenta cierta dificultad en cuanto a su análisis por tratarse de una obra
adaptada ya que procede del desaparecido convento de San Agustín, su
configuración puede relacionarse con las obras del artista Francisco
Dionisio de Ribas. El gran camarín central de medio punto con cúpula
gallonada focaliza toda la atención de esta obra que está sustentada por
cuatro columnas cilíndricas retalladas. La cornisa curva y rota enlaza con
el ático configurado mediante un gran relieve central flanqueado por
columnas salomónicas y dos hornacinas sobre las calles laterales. La obra
sigue las directrices de los retablos sevillanos de las últimas décadas del
siglo XVII, especialmente las obras del citado maestro, tanto en la
configuración como en la decoración realizada mediante broches con talla
cartilaginosa sobre las hornacinas, placas rectangulares, frontones curvos y
cornisas rotas, utilización de enladrillado en el respaldo del retablo.
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